La pandemia derrumbó la economía y dejó millones de personas sin trabajo. Familias enteras acampan y mendigan en las calles.
Más de la mitad del país con hambre
El año pasado, unos 19 millones de personas pasaron hambre, casi el doble de los 10 millones que experimentaron una situación similar en 2018, el año más reciente del que hay datos, según el gobierno brasileño y un estudio realizado por una red de investigadores brasileños sobre privaciones durante la pandemia.
Una economía golpeada
En 2014, la economía brasileña entró en recesión y no se había recuperado cuando llegó la pandemia.
Bolsonaro a menudo evocaba la realidad de familias como la de De Souza, que no pueden darse el lujo de quedarse en casa sin trabajar para sostener que los confinamientos impuestos por los gobiernos de Europa y otros países ricos para detener la propagación del virus eran insostenibles en Brasil.
El año pasado, gobernadores y alcaldes de todo el país decretaron suspensión de actividades para los negocios no esenciales y ordenaron restricciones de movilidad, medidas que Bolsonaro calificó como “extremas” y advirtió que causarían desnutrición.
Desde el inicio del brote, el mandatario brasileño se ha mostrado escéptico del impacto de la enfermedad y desdeña el consejo de los expertos en salud al argumentar que el daño económico de los cierres, la suspensión de las actividades de negocios y las restricciones de movilidad que recomendaron sería una amenaza mayor que la pandemia para la débil economía del país.
Ese sacrificio causó una de las cifras de víctimas mortales más altas del mundo pero también falló en su objetivo: mantener el país a flote.
El virus afecta el tejido social al establecer récords dolorosos mientras que la crisis de salud empeora y empuja a los negocios a la quiebra, destruyendo empleos. Se obstaculiza así aún más el avance de una economía que durante más de seis años casi no ha crecido.
Source: https://www.clarin.com/mundo/devastado-coronavirus-brasil-hunde-epidemia-hambre_0_8VjQsqfo_.html
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